Bossa N´ la serie que hizo historia
Corría el año 2005 y un álbum sorprendió a todos, primero en la Argentina y después en el mundo. Se trataba de un crossover totalmente inesperado para la época: lo mejor de los Rolling Stones tejido con un ritmo de bossa electrónico poderoso. Con muy poca difusión radial, Bossa n’ Stones se convirtió en la banda de sonido obligada en todos lados: locales comerciales, oficinas, bares, restaurantes y casas de amigos. Se vendieron millones de copias y hasta hoy, el álbum y toda la serie posterior siguen sumando miles y miles de streamings de modo duradero y permanente. ¿Cómo empezó la historia?
“Azarosamente me puse en contacto con un periodista especializado de la industria de la música que solía hacer críticas en distintos medios”, relata Federico Scialabba de Music Brokers. “Era el más incisivo de todos. Habíamos ido a comer a un lugar con mi mujer, pero como llegamos tarde y la cocina estaba cerrada nos propusieron pasar al living y esperar mientras nos preparaban algo para salir del paso. Nos sentamos y me encontré sin querer con una pila de revistas. La que estaba arriba de todas era una bastante mítica, la InRockuptibles. Me puse a hojearla y justo apareció la crítica de uno de nuestros discos de música electrónica, uno al estilo St Germain, que era objetivamente excelente. Y la crítica que era muy buena, destacaba todas las virtudes del disco, pero terminaba diciendo: ´Para ser un esfuerzo nacional es muy digno´. Yo me volví loco; me puse a los gritos, le preguntaba a mi mujer qué quiere decir para ser nacional muy digno. Me indigné. ¿Qué somos?, le decía, ¿clase B? Ya no podía comer, tenía el estómago cerrado, así que tomé una decisión. Sabía que el periodista trabajaba los fines de semana en una disquería porque cada tanto yo compraba música ahí y pensé en ir. Mi mujer aceptó a regañadientes y me dijo: ´Te acompaño pero como no quiero escándalos, te espero en el auto´. Fuimos juntos, yo estaba muy enojado. Esperé en la puerta hasta que se fuera el cliente que estaba comprando y entré. Lo encaré con la revista en la mano y le dije: ´Qué sin vergüenza, si te mandaban este disco sin aclarar que era nuestro, si te lo hubieran mandado como si fuera el nuevo de St Germain, le ponías 5 estrellas y seguro escribías: ´es la gran revolución, un hito en la historia de la banda´. Me empezó a contestar y nos enredamos en una discusión menos violenta y mucho más filosófica de lo que yo había imaginado. Y en un momento me apuró asegurando que, entre su formación periodística y musical y el pulso del mercado por pasar la mayor parte del día en la disquería, él sabía perfectamente lo que la gente quería. Y yo, harto, lo desafíe: ´A ver genio, y qué quiere la gente´. Y me soltó: ´Un disco de bossa nova electrónica con el repertorio de los Rolling Stones´. Me quedé mudo, sonreí y le dije: ´Hagámoslo´. Me contestó que él no podía, que no tenía ni los equipos ni el tiempo, ni nada de lo que hacía falta. Le garanticé que Music Brokers le daba todo, los productores asociados, el estudio, los equipos, absolutamente todo lo que se necesitaba. Después le expliqué el negocio, le dije que se iba a llevar un porcentaje de las regalías y ahí nomás nos pusimos de acuerdo. A la semana me llamó diciéndome que había hablado con un famoso músico argentino, y que era mejor recibir un monto fijo por todo el trabajo y listo. Le pregunté cuál sería ese monto, y me propuso cobrar solo un fee por el trabajo. Le contesté que más allá del respeto total hacia ese musico argentino, si yo aprovechaba ese consejo podía hacer un gran negocio pagándole solamente por el trabajo, pero que no me parecía honrado. Así que le propuse, cobra el fee que querés y lo ponemos a cuenta de las regalías. En poco tiempo vas a reconocer que estuviste a punto de cometer el error de tu vida”.
El hecho objetivo es que las regalías superaron con creces la proyección. El primer Bossa vendió millones de discos en Argentina y en el mundo, a eso se sumó todo lo que vendió en iTunes y todo lo que sigue generando aún hoy con los streams en Spotify y otros servicios de streaming.
“El éxito instantáneo que alcanzo el primer Bossa N´ Stones nos tomó por sorpresa, en una época en la que no existían redes sociales, alcanzar tantas unidades vendidas y en todas partes del mundo fue increíble”, recuerda Federico Scialabba, “sabíamos antes de salir que teníamos algo potente entre manos, pero era imposible dimensionar todo lo que vendría. Teníamos un producto en el que confiábamos desde lo musical y desde lo visual, pero había que probarlo. Así que acordamos con Musimundo colocar las primeras 500 copias que lanzamos como prueba piloto en tres locales diferentes. Las primeras 500 unidades se vendieron en menos de 45 minutos. Al otro día empezaron a llegarnos los pedidos y nos dimos cuenta de que la idea iba a superar completamente nuestras expectativas”.
A partir de la salida de Bossa muchos quisieron replicar la idea, de hecho, Music Brokers tuvo que hacer diferentes reclamos, un sello multinacional incluso trató de robarse a los productores, pero nadie logró hacerlo igual, ni siquiera parecido. El concepto podía parecer genérico, pero la gente se daba cuenta enseguida de cuáles eran los originales, los que tenían a las chicas en bikini en las tapas.
“La tapa de Bossa N´ Stones, que era espectacular, también se convirtió en un diferencial”, explica Federico Scialabba. “Esa tapa terminó siendo la portada de un libro que se llamó ‘The Bikini Book’. El responsable fue nuestro Director de Arte, Federico Dell Albani, me acuerdo como si fuera hoy que esa mañana dijo que no se iba de la oficina hasta terminar la tapa perfecta para el álbum. Me quedé con él hasta las once de la noche y cuando quedó lista nos miramos sabiendo que era un hit“, relata Federico Scialabba.
Music Brokers hizo de Bossa N´ un concepto en sí mismo. La idea fue creciendo y tuvo continuidad. Al primer álbum le siguió una serie completa. La compañía conformó un equipo de productores y artistas de distintos países que fueron rotando de acuerdo con la necesidad de cada álbum. Con el espíritu de la Bossa Nova y la electrónica contemporánea cada uno tuvo su propio recorrido, y todos fueron sumamente exitosos: Bossa N´ Marley, Bossa N´ Ramones, Bossa N´Roses, Bossa N´Adele, Bossa N´Amy, entre otros.
Según varios críticos musicales, los Bossa N´ se convirtieron en un subgénero en sí mismo. Y para Music Brokers son desde entonces y hasta hoy una de sus marcas distintivas.
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Federico Scialabba